Reportaje publicado en diario hondureño “El Heraldo” del 7 de septiembre de 2010 entorno a la trata de mujeres en Guatemala con fines de explotación sexual.
Sus sueños de quinceañera se empañaron aquel día cuando en un diario local leyó un anuncio donde se ofrecía trabajo en una casa de masajes, sin muchos requisitos por cumplir.
No solicitaban ningún documento, solo que fuera atractiva, con deseos de aprender y que fuera extrovertida para la atención de clientes.
En su inocencia, "Ana", una chica de 16 años originaria de La Lima, Cortés, no pensó en lo peligroso que podría ser tomar un trabajo como este, sobre todo en un país extraño al suyo: Guatemala.
En su mente estaba solo la imagen de su madre desesperada por obtener otra fuente de ingreso para así dejar Guatemala y lograr su meta de llegar a Estados Unidos.
Su figura estilizada, cabello rizado, ojos rasgados y de mirada llamativa, más el 1.72 metros de altura, calzaron perfectamente en la hoja de aplicación para aquel bochornoso trabajo, donde hasta se le puso precio a su virginidad.
Rescatada
"Ana" es una de las 11,000 personas centroamericanas que son explotadas sexualmente cada año en Guatemala, según datos del Consejo Nacional de Atención al Migrante de Guatemala (Conamigua).
De esos, 2,000 son menores de edad, en su mayoría niñas de El Salvador y Honduras, entre 12 y 17 años, según la Policía Nacional Civil de Ciudad Guatemala.
"Hemos identificado la participación de varias bandas, trabajamos en su desarticulación, hay muchas de estas bandas formadas por lo general por extranjeros, coreanos y centroamericanos que trafican con personas migrantes", dijo Wilmer Quintanilla, vocero de la Policía Nacional.
"Ana" tuvo suerte de no toparse con una banda de extranjeros porque ellos buscan "materia prima" para exportar terminó diciendo el funcionario.
Durante siete meses estuvo bajo la custodia del Refugio de la Niñez de Guatemala, una ONG similar a Casa Alianza en Honduras, luego que fue rescatada, en dos ocasiones, de una casa de masajes de esta ciudad.
El relato de esta niña hondureña tuvo que ser contado por los directivos de esta ONG, pues cuando EL HERALDO realizó el viaje a Guatemala ella era parte de un juicio contra el propietario del negocio donde la prostituían.
La vulnerabilidad de la mujer migrante
Zolia Ajugham, psicóloga del Refugio de la Niñez, contó que la madre logró en un inicio obtener un trabajo, pero lo que percibía por concepto de salario no era suficiente para ahorrar y continuar con su travesía.
Debido a eso, "Ana", que en ese entonces tenía apenas 15 años, decide buscar una fuente de trabajo para que entre las dos pudieran obtener dinero suficiente.
"Ella logra obtener el trabajo sin mayores requisitos, por la vulnerabilidad de ser persona migrante en un país que no es el suyo", cuenta Dubón.
A la joven que pusieron como único requisito el pernoctar en el lugar de trabajo “… pues no tenían la posibilidad de irla a dejar todas las noches.”
Su horario de trabajo era de 12 horas continuas, cuenta la psicóloga del refugio.
Considerando su irregular estatus migratorio en Guatemala, la madre no puso mayor objeción, sin saber que esas serían las noches más infernales en la vida de su hija, aunque ella al inicio no lo reconociera.
Los propietarios del lugar son un médico del Seguro Social y su hijo, que es estudiante de derecho, según se informó en el refugio.
La casa operaba de día y de noche. Los clientes llegaban a toda hora. El precio es mucho mayor por las jovencitas o niñas.
El rescate de "Ana" se da luego de una denuncia que se interpone ante el Ministerio Público de Guatemala por parte de una persona anónima. De esta forma, se coordina el operativo con la orden de un juez.
Posteriormente se presentó ante un juez de paz y la Procuraduría acudió al Refugio de la Niñez para que atendiera y le ofreciera todas las facilidades a esta catracha.
La niña fue reinsertada
Desde su rescate de la casa de masajes donde trabajaba, el Refugio de la Niñez le ha ofrecido albergue, atención médica, psicológica y capacitación en diferentes áreas.
Después de varios meses de haber enfrentado en juicio a su tratante, esta menor de edad recibió la orden del juez para reincorporarse a la vida que llevaba con su madre el pasado 24 de agosto.
El tratante se supone que recibió una pena por su delito y por haber prostituido a otras menores de edad de Centroamérica.
Este tipo de sentencias contra los traficantes de personas y explotadores sexuales son raras y contadas, según sostiene Erick Mauricio Maldonado, secretario ejecutivo del Conamigua.
Este consejo solo tiene registro, desde que se aprobó la Ley Contra la Explotación Sexual y de Trata de Personas en 2009, de siete casos que han sido ventilados en los tribunales de justicia.
Subregistro podría ser mayor
Leonel Dubón, director de Refugio de la Niñez, consideró que en este país hay un subregistro de niños y niñas explotadas sexualmente.
Él cree que por cada niña identificada hay otras tres explotadas, eso significaría que en vez de 2,000 podrían ser 10,000 menores las explotadas en Guatemala.
Dubón sustenta su teoría "en la cantidad de nuevas casas cerradas que han surgido en los últimos meses en todo el país, tenemos que haya un subregistro que duplique o triplique la cantidad de adolescentes que son explotadas".
Con información de:
http://www.elheraldo.hn/Al%20Frente/Ediciones/2010/09/08/Noticias/En-una-casa-de-masajes-se-puso-precio-a-su-dignidad.
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