Fuente: Edición electrónica del medio informativo "ElPeriódico" del 18 de enero de 2011.
Por la periodista Diana Choc.
El primer día de clases (17 de enero) en la Escuela Oficial Rural Mixta de Villa Hermosa II, del municipio de Sn. Miguel Petapa, fue el más difícil de los últimos años."Que pongan un ley en contra de matar a los niños." Clarissa, alumna de Escuela Oficial Rural Mixta de Villa Hermosa II.
El ciclo escolar se inauguró con el velorio de 2 de sus estudiantes que debían haberse presentado a clases. En el patio principal se encontraban los féretros de Óscar Daniel Osorio Aurio y Anthony Alexander Ramírez Ramos, de 12 y 13 años, respectivamente, quienes murieron en una balacera.A las 19:00 horas del pasado sábado (15 de Enero 2011), cuentan los vecinos, 2 niños salieron de sus casas hacia la panadería de la colonia, pero en el camino se encontraron a otros compañeros de la escuela. Juntos se dirigieron a la tienda Moyuteca, que se encuentra en el lote 4, manzana Y, sector 1 de la colonia Villa Hermosa, y se entretuvieron en un traganíquel. Los niños eran 7, de 11 a 13 años. Minutos más tarde, cuando jugaban en el lugar, un hombre se bajó de un automóvil Suzuki azul o celeste. Gritó que todos iban a morir y comenzó a disparar en la tienda.
Los testigos cuentan que el atacante buscaba a un hombre de unos 23 años, que se escondió detrás de los niños. Tomó a Óscar Daniel como escudo y después lanzó el cuerpo del niño hacia delante y corrió sin detenerse hasta desaparecer.
Nadie sabe con certeza qué ocurrió, porque esta es la versión que todos repiten. La Policía Nacional Civil destacó que las declaraciones que se tomaron ese día señalan a los responsables de conducir un vehículo negro Honda.
Óscar murió en la tienda esa noche y después, en el hospital Roosevelt, Anthony Alexander Ramírez Ramos. Cinco niños más y dos adultos quedaron heridos.
La directora de la escuela le pidió a la PNC que se haga cargo de la seguridad del sector, ya que el establecimiento se encuentra a pocas cuadras de donde sucedió todo. De Orozco añadió que el ataque no era contra los pequeños. Ellos estudiaron la primaria en ese establecimiento y reconoció que las familias de los estudiantes son trabajadoras y responsables.
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