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10 marzo 2011

PASTOR EVANGELICO JORGE LUIS SIMAJ TOL. VIOLA Y EMBARAZA NIÑA DE 13 AÑOS

Reproducimos un artículo publicado en el sitio "PROTEGE A TUS HIJOS.ORG" el 2 de febrero de 2011.
Guatemala está llena de religiosos pedófilos y todos niegan la verdad. La justicia duerme mientras ellos atacan. ¿Y sus hijos… están protegidos?
Pastor evangélico Jorge Luis Simaj acusado de violar y embarazar a niña de 13 años
GUATEMALA (Protegeatushijos.org) Jueves 27 de enero de 2011. Son las 16 horas y el sol brilla y calienta la tarde. El ambiente está inusualmente cálido y en la sala de conferencias en donde se desarrollará la entrevista hay bastante calor. Las luces que apoyan a las cámaras de video aumentan el sudor de quienes estamos esperando a la protagonista. Es una tarde perfecta para filmar… pero el tema de la entrevista contrasta radicalmente con la belleza del día.

Vamos a filmar el dolor y las lágrimas de una niña que fue violada cuando tenía 13 años, por un pastor evangélico. Y que ahora a los 15 tiene que amamantar al hijo de su violador (sí, quedó embarazada). Estamos a la espera de grabar sus palabras, los amargos y sucios recuerdos de las múltiples veces que fue abusada y violada. Quedará en nuestras cámaras el sentimiento –en vivo y a todo color- de cómo el “pastor” evangélico de la iglesia protestante a la que asistía rompió la confianza que habían depositado en él y bajo amenazas y con violencia se comportó como el más vil y cobarde de los delincuentes.

Todo está listo. Pensamos que estamos preparados; pero cuando Yosselyn y su madre entran en la habitación sentimos un golpe en nuestros sentidos, una punzada en los corazones. ¡Yosselyn es una NIÑA! Frágil e inocente (ya tiene 15 años pero parece de 12). Dulce pero dolida. Debería estar jugando con muñecas y no amamantado al bebé que es sólo una de las consecuencias de su violación.

Su cuerpo y la morena piel son pruebas de su origen humilde e indígena (la presa fácil para un predador pederasta, especialmente de uno religioso). Ojos tristes. Labios abatidos sin una sonrisa. Con el lenguaje corporal de quienes han sido víctimas y todavía sienten el peso y la persecución de su violador.

Yosselyn es una niña y al mismo tiempo es madre de otra niña; producto no del amor y respeto que como mujer merecía sino de la fuerza y violencia de quien pertenece al género masculino pero que para nada tiene hombría.

Definitivamente las violaciones sexuales tienen serias consecuencias y cuando son realizadas por religiosos (sin importar la denominación) generalmente sólo las víctimas las sufren. En Guatemala, cuando los violadores son miembros de una organización religiosa, la justicia no es ciega.

Iniciamos la entrevista y Yosselyn empieza a responder a nuestras preguntas. Hasta que llega el momento de contar cómo fue la violación… su garganta se cerró. Los recuerdos son tan dolorosos que no puede emitir más que un tenue y leve murmullo. Sus labios parecen querer hablar pero no se abren… sólo tiemblan. Sus ojos se ponen rojos, llenos de sangre mezclada con las lágrimas que están a punto de correr por su cara.

Nosotros, el equipo investigador, no podemos evitar que las lágrimas invadan nuestros ojos al verlas también inundando los de Yosselyn. En nuestras mentes se forman todas las imágenes, sentimientos y recuerdos que pasan por la de Yosselyn. Nadie puede evitar sentirse conmovido hasta lo más íntimo ante el dolor de esta niña.

En dos segundos, parece que somos nosotros los que hemos vivido su violación, los que hemos llevado su embarazo y los que hemos parido el hijo del pastor violador. En dos segundos de dolor comprendemos que Yosselyn no debe continuar con la entrevista. Es injusto, es inadecuado, es inhumano hacerla recordar.

Así que es su mamá quien entra a esos días obscuros y nos los describe. Con todo detalle, con rabia, con ira, con sed de justicia. Cuenta por qué denunciaron al “pastor”. Que no quieren que nadie más viva una violación más… que si las otras víctimas lo hubieran denunciado antes, quizá no hubiera violado a Yosselyn. Quizá…

JORGE LUIS SIMAJ TOL tiene más de 50 años. Gordo y moreno. Es “pastor” y fundador del “MINISTERIO CRISTIANO FUENTE DE AMOR” ubicado en la ciudad de Chimaltenango, Guatemala.

El lugar que le ha servido para planificar su pederastía está ubicado a un costado del gimnasio municipal en la 2ª Calle 7-260 de la Zona 4.

Incluso en su página web publicita el número de su celular (5523-53751) con nueve dígitos, cuando todos los celulares de Guatemala sólo tienen 8 ¿un error o una forma de ocultarse? La causa (juicio) que los tribunales le siguen es la 3003-2010-1132 en el Juzgado de Primera Instancia Penal, Narcoactividad y Delitos del Ambiente del Departamento de Sacatepequez; pero desde hace mucho tiempo se ha quedado congelado. En Guatemala la justicia para las víctimas de los predadores sexuales religiosos viaja en muletas, con bastón, en camilla y hasta en un féretro.

Al “pastor” Simaj se le nota la edad; pero lo que esconde, no de todos pero sí de la mayoría de personas que lo conocen es que es un pederasta consumado. Este “pastor” evangélico conoció a Yosselyn Esperanza Ichaj Morales y a su familia por 12 largos años y con gran paciencia esperó el momento adecuado para bajo amenazas de muerte abusar y violar a Yosselyn. “Voy a matar a tu mamá… voy a matar a tus hermanos…” cuenta la madre de Yosselyn que Simaj le decía para coaccionar y obligar su silencio. Y Yosselyn calló hasta que el embarazo fue notorio y se destapó la verdad, confesando que había sido violada… por el mismo pastor de la iglesia a la que asistían y le habían dado todo. Su respaldo, su confianza, su apoyo, su dinero.

De acuerdo al testimonio de la madre de Yosselyn el “pastor” Jorge Luis Simaj Tol piensa que es listo; cree que puede comprar el silencio de Yosselyn y de su familia y les ofrece dinero y casas, como lo ha hecho anteriormente con sus otras víctimas. Pero como nos dice la madre: “no hay dinero que compre la inocencia de mi hija ni pague por el dolor que ha vivido. Mi hija ni se compra ni se vende”.

Al no poder comprar el silencio, el “pastor” Simaj cree anticiparse a la denuncia judicial y evitarla: envía a miembros de su iglesia para que Yosselyn y su familia entiendan que él fue poseído “por un espíritu inmundo e inmoral”. Que no fue él quien violó a Yosselyn, sino el espíritu que lo poseyó. Si usted estimado lector está sonriendo sarcásticamente por esta burda y estúpida excusa que el “pastor” Simaj expresó… le recuerdo que hay una bebé mamando de unos pechos infantiles, a causa de su violación.

Así que la “familia” del “pastor” Ichaj ha crecido con los años. Tiene hijas propias y también el resultado de su violación.

¿Con qué cara mirará a sus hijas, a su esposa, a sus feligreses? ¿Cómo esconderá sus delitos? Porque el único “castigo” que hasta el momento ha tenido es dejar el “pastorado” principal de su ministerio (a la congregación le dijeron que por motivos de “moralidad”). Pero ahora es su esposa la que ocupa esa posición.

Definitivamente el negocio familiar no se puede perder por una simple violación. Y fue tal el descaro de la nueva “pastora” que llamó a la mamá de Yosselyn para acusar a su hija de haber sido ella la que provocó la violación… mentira que quedó descubierta cuando las dos mujeres enfrentaron a Jorge Luis Simaj Tol y delante de ellas confesó la violación de Yosselyn.

Puede parecer gracioso cuando en realidad es trágico. Y más trágico aún es que la justicia en Guatemala está protegiendo al violador y pederasta, no por presumir su inocencia sino por el abuso del poder que el sistema religioso tradicional, tiene en el país.

El poder económico y social del “pastor” Simaj es tan grande en Chimaltenango que dobla la justicia, manipula los testigos, compra a las autoridades y le permite pasearse con prepotencia delante de sus víctimas. Sin embargo, la familia de Yosselyn Esperanza Ichaj Morales no se doblega por nada. Están dispuestos a seguir adelante. A desenmascarar a este falso “representante” de Dios. A llevarlo a la cárcel. A que coseche las tempestades de los vientos que sembró. A que las autoridades les den la justicia que buscan.

La entrevista dura más de una hora. Casi 90 minutos de revivir el dolor y la frustración porque la justicia humana todavía no llega. Y así, la entrevista termina con la madre de Yosselyn pidiéndonos fuertemente que la historia de su hija se haga conocer. Quiere que los medios de comunicación de Guatemala y del mundo sepan lo que Jorge Luis Simaj Tol –“pastor” evangélico- ha hecho con su hija. Que termine la impunidad. Que termine la violencia sexual de los pederastas religiosos.

En todo el mundo, todos los días, se descubren cientos si no miles de casos de pederastas religiosos; católicos y protestantes por igual. Son el mismo perro con diferente collar. No hay ni uno bueno. Todos son malos. Pero el tiempo de que la verdad salga a la luz ha llegado. Todos estos delincuentes serán descubiertos, procesados, juzgados y declarados culpables de su iniquidad, de su maldad y de su violencia sexual.

No hay marcha atrás. El sistema religioso tradicional de católicos y protestantes está por derrumbarse. Su falsa apariencia de piedad será descubierta y los usurpadores de la representación de Dios ante los hombres tendrán justa retribución a lo que han hecho. No les bastó traer pobreza y enfermedad a nuestros pueblos, ahora también los abusan sexualmente y los violan. Ídolos con pies de barro.

Por: Jorge De Jesús Batres. Guatemala.

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