Nuestro sitio web con información y noticias: Fundación Sobrevivientes
Visita nuestro: canal en YouTube.com

31 enero 2010

"HOY TENEMOS NIÑOS DE 13 AÑOS QUE YA HAN COMETIDO VIOLACIONES"

Fuente: Edición digital de "Noticias de Bizkaia"
Autora: Marta Martínez
 
Las víctimas tienen entre 15 y 20 años. Los agresores cada vez son más jóvenes. Algunos, incluso, empiezan con 13 años. La situación de inseguridad convierte a Guatemala en un país extremadamente peligroso para las mujeres. Un gran número de jóvenes y niñas se convierten en víctimas de abusos sexuales, caen en redes de tráfico personas o son asesinadas. Con apenas trece millones de habitantes, el país centroamericano es el segundo lugar del mundo en feminicidio. El primero es Rusia. Y la tendencia se ha mantenido estos últimos cinco años: 2009 cerró con 708 mujeres muertas.

¿Qué factores influyen para que se den estos índices de violencia?

El primero es la inseguridad. Tenemos niveles de violencia muy fuertes. Y si lo juntamos con la cultura patriarcal, machista; la lógica con la que actúan algunos grupos de crimen organizado, donde una mujer se convierte en un elemento de marcar territorio, de tomar control de ciertas áreas, eso conlleva a que las mujeres, hoy por hoy, estén expuestas, primero a la violencia sexual. Si el número de asesinatos de mujeres son elevados, también el de violaciones. Un 50% de las mujeres asesinadas ha sido víctima también de violencia sexual. Y luego está el tema de la impunidad.

¿A qué grupo de mujeres afecta más la violencia en Guatemala?

A las mujeres que están entre los 13 y los 25 años. Es el grupo en el que se da el índice más alto de trata y de muertes violentas. Y el grueso está entre los 15 y 20 años. Vemos con mucho dolor que las víctimas son cada vez más jóvenes, pero también los agresores. Hoy tenemos niños de 13, de 14 años que ya cometen violaciones o forman parte del sicariato.

Es muy preocupante el tema de la trata de personas...

Guatemala está ocupando el segundo lugar, después de China, en tráfico de seres humanos. Somos un país tanto de paso, como receptor y exportador. Hemos logrado, en 2009, que la ciudadanía tome conciencia de esa problemática y que se asuma un compromiso por parte del Estado. Se logró la ley de explotación sexual y de trata. Hemos logrado que se cree una fiscalía especial y ahora estamos tratando de tocar al sistema judicial, para que los jueces empiecen a emitir sentencias en base a ese marco legal.

Las cifras son realmente alarmantes.

Hay que llamar a esta problemática por su nombre, porque se le ha querido poner adornos que de alguna manera invisibilizaban el tráfico de seres humanos. Lo que se considera, a nivel de mercado, las adopciones internacionales, acá está tipificado como trata. Somos el segundo país del mundo en exportador de niños y niñas. A nivel de adolescentes se calcula, aproximadamente, que tenemos alrededor de 15.000 menores de edad que están siendo víctimas de explotación sexual en bares, prostíbulos. Las cifras sí son bastante alarmantes.

En 2008 se aprobó una ley contra el feminicidio. ¿Cómo está funcionando?

Con la ley contra el feminicidio conseguimos que hubiera una persecución de oficio por parte del Estado guatemalteco al tema de la violencia física, psicológica, patrimonial de las mujeres. Pero, de alguna manera, no ha funcionado todo lo que quisiéramos, porque la estructura que se establece en la ley, como crear las fiscalías de la mujer, no se ha dado. También tenemos serias limitaciones.

Como, ¿cuáles?

El número de elementos de seguridad que conforman la Policía están muy por debajo de los grupos organizados. Resulta que, hoy por hoy, los delincuentes están mejor armados, mejor equipados y son más numerosos que nuestras fuerzas de seguridad. De alguna forma, la mujeres que son víctimas, ya sea por parte de su pareja como por personas externas al núcleo familiar viven en zonas que aquí están señaladas como zonas rojas, de alto riesgo. Y muchas veces, para poder penetrar a estas áreas y poner a salvo a una mujer, se necesita de elementos muy bien equipados y con un buen armamento.

¿Ha habido algún aspecto positivo?

Esas son las limitaciones que se han tenido y el motivo por el cual no logramos que disminuyan las cifras de muertes violentas de mujeres. Aunque sí hay que reconocer que un mayor número de mujeres está rompiendo el silencio y que está denunciando los hechos de violencia a los que son objeto. Lo que necesitamos es tener mayor capacidad de respuesta para evitar que una mujer que hoy ha sido amenazada, ya sea por la pareja o por un grupo de crimen organizado tenga la protección necesaria para que no le quiten la vida.

¿Qué labor cumple la Fundación Sobrevivientes ante esta panorama?

Nos hemos especializado en la investigación criminalística y en el litigio estratégico. Hoy por hoy, llevamos todos los casos referentes a violencia de género, trata de personas y todo lo referente a feminicidios, homicidios y asesinatos de mujeres. Todos los casos que recibimos, que son entre 500 y 800 al año, los llevamos al sistema de justicia, aprehendemos a los responsables y les llevamos a juicio para que sean castigados.

¿Cuáles son sus logros de estos últimos años?

Hemos avanzado bastante, hemos logrado coordinarnos con las fuerzas de seguridad para las capturas, hemos logrado que el ministerio público responda más profesionalmente a los procesos de investigación, pero definitivamente todavía no es en toda la institución. Todavía depende mucho del compromiso de cada fiscal. Por lo tanto, los casos que logramos llevar a juicio es por la buena voluntad de algunos funcionarios públicos. Otro problema que tenemos es el nivel de compromiso de parte de los jueces. Muchas veces logramos llevarlos ante la justicia, pero es el juez quien decide, y si ese juez está impregnado de toda esa cultura patriarcal, machista, aunque logremos sentencias, muchas veces son mínimas.

¿Perciben ustedes un mayor compromiso por parte del actual gobierno que de los anteriores?

En materia del tema hacia las mujeres y en tema de seguridad no podemos decir que haya un cambio. Lastimosamente, nosotras dependemos mucho de que los funcionarios que ven los casos día a día tengan esa disposición. Y ahí sí que ha sido una lucha constante, de que no nos cambien autoridades que ya están comprometidas. Todavía nos falta comprometer mucho más a las autoridades actuales. Y otro problema grave que hay es que nuestro país tiene una recaudación tributaria baja, entonces, el gobierno no cuenta con los fondos suficientes.

No hay comentarios: