Transcribimos fragmentos de un artículo de la periodista Carolina Escobar Sartí, publicado el 27 de enero de 2011 en su columna ALEPH, sobre Mindi Rodas:
[Mindi] "...Su historia, como tantas otras, había comenzado varios años antes, en ese espacio que algunos llaman de manera generalizada e idílica “hogar”. Su esposo, Eswin Esteban López Bran, la encerraba, la golpeaba, ejercía violencia sexual y emocional contra ella, hasta que Mindi decidió cortar por lo sano e irse con su pequeño hijo. Para entonces, este tenía aproximadamente 3 años, y ella, 22.
Por supuesto, esto enfureció al despechado marido, quien, con engaños, la llevó a la orilla de un río en Santa Rosa, ... en julio del año 2009. “O mía o de nadie”, como dice la regla número uno de la tabla de mandamientos patriarcales. Allí le propinó un golpe en la cabeza con una piedra y con un arma cortante le cercenó la frente, la nariz, los labios y el mentón hasta dejar su rostro completamente desfigurado. Cuando terminó esta carnicería la desnudó y se llevó sus pertenencias, creyéndola muerta.
... Mindi, ella despertó y vivió. Despertó para denunciar a su agresor en el MP, para constituirse en la voz de tantas mujeres oprimidas y violentadas; despertó en un país acostumbrado al sueño, al silencio, la indiferencia y la muerte. Desde ese momento asistió a varios espacios de denuncia, incluso con la cara cubierta. Y, paralelamente, se sometió a una serie de intervenciones para reconstruir su rostro en México, gracias a la generosidad de muchas personas.
Mientras, [Eswin Esteban] López Bran había entrado y salido de la cárcel, debido a que el abogado del criminal había falsificado la firma de Mindi, en un documento donde ella supuestamente desistía de la denuncia. Pero ella, junto con la Fundación Sobrevivientes, lograron que volviera a prisión, y el proceso sigue, ya no por lesiones graves como al inicio, sino por femicidio en grado de tentativa.
Foto de Mindi de niña |
Este lunes 27 de junio da inicio el debate oral y público en el Tribunal Primero de Sentencia de Cuilapa, Santa Rosa. Les extendemos a todos una cordial invitación para que acompañen a la familia de Mindi en este juicio donde ella debió de estar presente para prestar su declaración por femicidio en grado de tentativa.
Primero tuvo un fin trágico antes que la justicia que demandó llegará con prontitud. Porque lo que Mindi le pidió a su esposo fue una pensión alimenticia para su pequeño hijo y el resultado fue la bárbara agresión que le dejó sin rostró. Y, hoy podemos hablar de casos similares de víctimias que no reciben la justicia que corresponde de manera oportuna y su defecto se incrementan las amenazas y agresiones de parte del victimario.
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